¿Qué es un punto de fuga? Es un ardid gráfico, sencillo y efectivo, utilizado para que la representación se parezca, un poco más, a lo representado.
Es un engaño que nuestro cerebro acepta, naturaliza y agradece; una artimaña geométrica que nos ayuda a ordenar el espacio y las ideas.
Pero, por sobre todas las cosas, es un lugar místico donde las cosas imposibles suceden de forma inevitable: allí es donde finalmente se encuentran, se unen y se entrecruzan las lineas paralelas.
Algo lo bastante imposible como para habilitar quién sabe cuantas otras “imposibilidades”, cobijar quién sabe cuantos sueños guajiros, utopías sagradas o fantasías inconfesables.
Un punto de fuga es, en resumidas cuentas, un lugar ideal al que fugarse de vez en cuando.
Me hizo recordar aquello de que «una línea recta es un círculo infinito» e imaginar dos círculos infinitos paralelos que convergen en el punto de fuga por Usted descrito… y, caramba, me resultó tan imposible el «fugarme» allí que me he quedado dudando de mis perspectivas.
Para ver los círculos esos, hay que pararse muy lejos y tener una visión fuera de lo común. Desde ahí la perspectiva debe ser sorprendente. Lo de fugarse, puede ser una actitud, puede ser un vicio esporádico, o un modo de vida…