Conversaciones frente al andén

Le pregunté si hacia mucho que esperaba.
Me dijo simplemente: hace un tiempo.
Yo suponía que esperaba un tren,
pero ya habían pasado casi todos los trenes,
una y otra vez, una y otra vez.
Y el seguía ahí, siempre ahí.

Le pregunté cuanto más iba a esperar.
Y se encogió de hombros: no sé.
Tras unos segundos de silencio agregó:
lo que tardemos en completar esta vuelta al sol.

¿Por qué no? –  una porción bien determinada de infinito,
como cualquier otra, ni un minuto menos, ni un minuto más.

¿algo que decir? aquí es donde.