Una idea, un sentimiento, una sensación, todo en un instante.
La síntesis más clara de un montón de ideas vagas con las que jugaba desde hace años, de sentimientos inciertos que vislumbraba de vez en cuando. Ninguna verdad universal. Más bien, todo lo contrario. Algo que involucra parte de mi historia y que llega a mi presente. Y que tiene que ver con las personas mas cercanas y queridas. Y mucho más con las personas amadas. Que tiene que ver con actitudes, con creencias, con sentimientos, con acciones, con ideas y con ideales.
Un instante que llena de claridad e incertidumbre. De esos que te hacen sonreír en la oscuridad aunque nadie te vea. Y te saca unas lágrimas de esas que no duelen en absoluto. Uno de esos instantes que no cambian nada hacia atrás… pero que no pueden no afectar, aunque sea muy mínimamente, el futuro. Porque no pueden olvidarse ni ignorarse. No una revelación ni una visión. Posiblemente, una tontera. Una idea bella, en un momento especial.
¿Qué importa que relevancia tenga? Una buena experiencia, sin duda. Las ideas bellas, cuando llegan así, sin que se las busque conscientemente, y emocionan, siempre valen la pena. y si además ayudan a reconocer y reafirmar los lazos que nos unen, tanto mejor.