En una puerta, un cartel que dice «NO PARA CUALQUIERA». Me pregunto si esa es la puerta que estaba buscando (y no, no recuerdo haber estado buscando ninguna puerta).
¿Es una puerta para entrar o para salir? Para eso tendría que saber si estoy adentro o afuera, saber adonde estoy, y definitivamente no tengo idea.
A mi alrededor se va llenando de gente con la ilusión de que la puerta se abra para ellos y les confirme que son «alguien no cualquiera». Algo me hace sospechar que al otro lado de la puerta la escena se repite. Esto puede terminar en una tragedia.
Me escabullo silenciosa entre la multitud y sigo camino a la Estación, mirando de reojo, como al pasar, cada puerta y cada cartel, como queriendo encontrar uno que diga: «HOME SWEET HOME» o algo similar.