Y sí, a veces dudo. Dudo de mi criterio. Claro, imposible evitar que sea subjetivo, aunque sea levemente subjetivo. Pero puede ser que la subjetividad no solo lo manche, sino que lo empape, lo sature.
Entonces busco a mi alrededor a la gente mas diversa. Y consulto. A la familia, a amigos cercanos, a meros conocidos y a desconocidos; jóvenes y viejos, hombres y mujeres, de costumbres, historias, ideologías diferentes.
Obviamente, no son cuestiones técnicas; ahí consulto a los expertos. Más bien, cuando se trata de esas cosas de la vida, que por ahí exigen que una adopte una posición determinada.
Porque puede ser que una tenga miedo de ser demasiado….¿injusta? ¿severa? ¿escéptica?¿ingenua? ¿idealista?
Bueno, preguntar no es pecado. Sé que aunque consulte a diez o a cien, no tengo garantías de nada. No hay verdades absolutas en estas cosas. Pero todo ayuda.
Y esta vez yo creía que era una insensatez, por decirlo suavemente. Y los demás también.