Cuando el tiempo deja de contarse en años, y se empiezan a contar los meses…
Cuando dejan de contarse los meses, para contar las semanas…
Cuando no importan las semanas sino los días…
Cuando llega el momento finalmente de contar las horas…
Entonces es cuando se pierde la noción del tiempo, del espacio.
Y la espera es pura y netamente una espera.
Una realidad en si misma, un solo respiro…