Otra vez. Entre el lugar en el que estabas y aquel en el que ya no estás. Entre las cosas que creía saber y no sé.
Por la ventana se ve una blancura absoluta. Ni islas, ni río, ni parque, ni cielo. Nada. Todo inmerso y fundido en la niebla . Es como si mirara para adentro. Sé que las cosas están ahí, pero no logro distinguirlas.
Estoy en casa, pero otra vez me siento como en las noches en que esperaba sin hacer nada en la terminal de Concordia, San José, o algún otro pueblo. Fuera de Tiempo y en ningún Lugar, sabiendo de donde venía, y a donde iba. Y donde estaba y sin embargo, perdida.
Y no queda nada que decir, decías.
Y yo creo que sí, que queda mucho que decir, pero hoy no es el día.
Y que no hay vuelta atrás, decíamos.