Ya pasada la medianoche.
Escribo mientras espero
que sea la hora de ir a la estación.
Una vuelta mas. Un ir y un venir.
Y habrá terminado el año. Otro año mas.
Luego la vida continua.
Como si el universo este
nada supiera de calendarios.
Y sin embargo, esta vez
diciembre y enero marcarán
un antes y un después.